Cómo armamos un pedido de alimentos para un comedor

Cómo armamos un pedido de alimentos para un comedor

Desde el Banco Alimentario y en alianza con distintos donantes de la región, logramos que las entregas de alimentos durante el mes de marzo tuvieran variedad de productos que consideramos de “cocina” y de “merienda”.

El ayudante de logística Joaquín Flecha, encargado de la tarea de distribuir virtualmente la mercadería, explica que “todo depende de las donaciones que llegan. Yo, junto a otros ayudantes del Área Logística, tengo la tarea de cargar a un sistema llamado Colsen lo que se considera apto de ser entregado, y luego lo divido entre las instituciones generando lo que llamamos un ‘pedido’.”

Para realizar ese trabajo de división de donaciones se tienen en cuenta varios factores relevados por el Área Social de nuestro Banco: cantidad de personas que atiende ese comedor, qué servicio brinda (si es almuerzo, merienda, cena, o todos los anteriores) y cuántos días a la semana lo brinda. Por este motivo, cada pedido que se genere del Área Logística será único y específico para ese comedor, y tendrá como premisa priorizar alimentos que se correspondan con el servicio brindado.

¿QUÉ TIPO DE ALIMENTOS “SECOS” RECIBIMOS?

Llamamos alimentos “secos” a aquellos que pueden ser almacenados en nuestro depósito, como fideos, arroz, galletas, harina, etc. Los voluntarios y voluntarias del Área Depósito, preservando todos los cuidados que requiere el contexto sanitario, son los encargados de preparar físicamente aquellos pedidos generados virtualmente por el Área Logística.

En esta categoría de alimentos secos, existen en nuestro Banco dos situaciones distintas: en primer lugar, recibimos grandes cantidades de un mismo producto donado por una empresa en particular, generalmente empaquetados y ordenados en pallets. Es decir,  a los comedores les llega esta mercadería en cajas, tal como salió de fábrica.

En segundo lugar es importante destacar que solemos recuperar gran cantidad de alimentos variados, de los que llegan pocas unidades de cada tipo y que suelen ser recuperados en colectas o en supermercados. En esta situación el grupo de voluntarios arma dos variantes de cajas, para facilitar la labor logística de destinarlos donde se necesita: la “caja de merienda” y la “caja de cocina”. Cada una contiene aquellos productos sueltos que puedan relacionarse con uno de esos dos servicios. Es decir, la de cocina puede contener aceite, sal, fideos, jugos en polvo, aceitunas, etc., y la de merienda cuenta con productos relacionados a infusiones, galletitas, leche en polvo y golosinas. Un gran trabajo diario y SÚPER NECESARIO.