GRAN LEGADO Y NUEVA RESPOSABILIDAD
Platense por adopción, Pedro Elizalde plenamente convencido de la relevancia de la misión social del Banco Alimentario intentará que la misma sea conocida, valorada y compartida por la comunidad de la región
La mañana del sábado 18 de marzo, durante la asamblea anual ordinaria, se decide que Pedro Elizalde presida la Organización de la Sociedad Civil, pero su vínculo se remonta a unos años antes “Mi contacto con el Banco fue allá por el año 2008 a través de la presidenta Liliana Ilari, quien con su energía y capacidad de transmitir su gran compromiso solidario en la lucha para disminuir el hambre me hizo sentir la necesidad de tener una participación en la misma como voluntario”, recuerda Pedro. El voluntariado lo llevó a comprometerse enérgicamente con la misión institucional y ya en el 2014, formaba parte de la Comisión Directiva; “en la Comisión, encontré un grupo de amigos con sólidos valores y compromiso solidario, que entre las prioridades fundamentales de su vida el Banco ocupa un lugar destacado”.
De cara al futuro, Elizalde decide continuar en la línea de acción de su antecesora Liliana, especialmente en “todo lo que fue la gestión transparente, comprometida y solidaria del Banco. Hay que seguir en ese camino y fortalecerlo”. Y agrega su interés por mantener y desarrollar vínculos institucionales sólidos entre el Banco y todos los sectores de la sociedad. “Con la comisión directiva acordamos en reforzar todos los lazos que tenemos con la red de bancos alimentarios, la sociedad civil, estatal y entidades intermedias”. A su vez, entiende que uno de los desafíos es darle mayor valor a uno de los importantes recursos alimentarios que cuenta la Región, como es la producción fruti-hortícola radicada en los alrededores de La Plata.
Para hacer posible un mejor aprovechamiento de los vegetales, el Banco está en pleno proceso de construcción y habilitación de una gran cocina, que se denomina Pequeña Unidad de Producción Alimentaria PUPA. El fin de PUPA, es por medio del procesamiento y empaquetamiento de las frutas y verduras, preservar por más tiempo la calidad y el valor alimentario de los vegetales, lo que redundará en un mejor aprovechamiento para las instituciones beneficiarias.
Cuando se trata de su rol dentro del Banco, a Pedro le gusta hablar en plural; “Somos un equipo y nuestro norte es uno solo. Tiene que ver con la sensibilidad y con el apoyo a esos sectores vulnerables en cuestiones alimentarias”. Por su formación en administración, Elizalde persigue la mejora continua en el desempeño integral del Banco para fortalecer el cumplimiento de su Misión. La Comisión Directiva, además de Pedro, está integrada por Carlos Tau como vicepresidente, Mercedes Tau secretaria, Miriam Piumetti responsable de tesorería, Héctor Giagante y Carlos Crespo en los puestos de vocales y Liliana Ilari como vocal suplente. En el rol de fiscales titulares se encuentran Marcelo Cabral y Sebastián Laguto, y Christian Estegui como fiscal suplente.
Además Pedro hace hincapié en que la vida al Banco está garantizada por el valioso compromiso y dedicación del equipo estable con que cuenta la institución, al que se le suma la importante contribución del voluntariado. “Es gente que tiene espíritu solidario y que aspira, a través de su trabajo, contribuir a disminuir el hambre. El rol de los voluntarios es invalorable y trascendente para nuestra institución. Contribuyen desinteresadamente para concretar nuestra misión”, afirma el nuevo presidente del BALP, que también insiste con esperanzas en que “juntos tenemos un gran legado y un largo camino por delante”.