JARDIN MEDALLA MILAGROSA

JARDIN MEDALLA MILAGROSA

“Me enorgullece ser parte de esta cadena de favores”

 yanina jardinYanina Catini, preceptora de una de las instituciones beneficiarias del Banco, dice que pertenecer a una iniciativa como ésta reaviva su esperanza por un mundo mejor.
En el 2006, el jardín Medalla Milagrosa sufrió una de sus mayores tragedias: una nena falleció de parasitosis y la comunidad del barrio El Churrasco decidió que no podía quedarse de brazos cruzados.
Ese año, la institución fue nombrada “Escuela Focalizada en Contexto de Pobreza” y el sacerdote de la capilla, padre Marcos Sarmiento, decidió poner en funcionamiento un consultorio médico barrial, denominado “Beata María Ludovica”.
El vínculo del jardín con el Banco Alimentario surge de un programa de asistencia mediante el cual empezó a contactarse con diversas instituciones, entre ellas, el Banco.
“La Facultad de Ciencias Exáctas nos da el kéfir, un lácteo pro biótico fermentado, a costo cero. Y el Banco nos provee la leche, cereales, y otros alimentos para complementarlo, darle sabor y hacerlo más nutritivo”, afirma Yanina.
Actualmente, a través de la cooperadora del jardín, los alumnos reciben servicio de almuerzo y copa de leche.
“Pero lamentablemente, el dinero que le pasan al proveedor para almuerzo y merienda, no cubre nada. Nos dan viandas que son pebetes con jamón y queso” asegura la preceptora.
“Entonces, con lo que nos da el Banco, hacemos que los almuerzos y las meriendas sean más nutritivas y completas. Y cuando vemos que estamos abastecidos en la cocina, repartimos los alimentos a las familias de los nenes que sabemos que lo necesitan”, agrega Yanina.
Además, sostiene que cuando piensa en el Banco el primer sentimiento que le viene a la cabeza es el de esperanza. “En la sociedad está todo tan negativizado que nosotros acá tratamos de tirar siempre para adelante, y cuando encontrás a otra institución que quiere hacer lo mismo, te llena de esperanzas”.
Finalmente, sobre la tarea que lleva adelante el Banco, opina que “es importantísima, porque recupera alimentos que no tienen por qué tirarse. Nosotros que somos beneficiarios lo sabemos: todo lo que se dona viene en perfecto estado, impecable, limpio y correctamente envasado”.